viernes, 30 de enero de 2009

Tras el antifaz...DERECHO A MORIR

¿Estamos obligados a vivir? Pues parece que sí. Es una pregunta que no nos hacemos muy a menudo, pues no tiene mucho sentido. Pero si nos detenemos a pensar un poco, incluso podemos llevarnos una sorpresa. Es obvio que todo el mundo quiere vivir; pero eso no responde a mi pregunta. Son cosas totalmente distintas...
Desde que nacemos estamos luchando constantemente por mantenernos en vida. Ya sea con algún tipo de reflejo innato en la infancia, o con la necesidad de buscar trabajo para poder sobrevivir en la adultez, nuestra principal menta es seguir con vida y satisfacer las necesidades básicas que nos impidan morir. Se podría ver como una obligación, ya sea genética o social, de vivir. En nuestra sociedad, por el mero hecho de nacer, te cuelgan unos derechos para vivir dignamente (lejos de lo que en realidad ocurra). Tu tarea en este mundo es una: vivir. Cómo lo hagas, es cosa tuya. Pero, ¿y si no quieres vivir? ¿Qué pasa si estás cansado de vivir o no tienes fuerzas para seguir luchando por las circunstancias en las que te encuentras? Yo creo que si tenemos derecho a vivir, ¿por qué no tenerlo a morir?

Hay personas que se empeñan en no otorgar de tal libertad a la gente que, por un motivo u otro, su principal meta en su vida es morir. Hablo de la eutanasia. ¿Quién se cree que es nadie para quitar el derecho a morir dignamente? "Si no estoy muerto ya es porque yo no puedo hacerlo; no puedo moverme ni tan siquiera". Esta gente necesita ayuda de otros, dependen enteramente de terceras personas para todo: comer, respirar, vestirse, lavarse,... incluso para morir si lo desean. Pero no es así. Parte de la sociedad obliga a esta gente a estar encerrados todo el día en el mismo sitio, en la misma cama, en su mismo cuerpo que ya no vive. Me gustaría ver a los que prohiben la eutanasia en esta situación. ¿Creéis que pensarían lo mismo?

Este debate es más sencillo de lo que parece. Y es que una persona con plenas facultades mentales te está pidiendo desesperadamente que le ayudes a morir, porque él sólo no se basta. Dejarlo en vida es una tortura para él, pero tú te piensas que lo estás ayudando. No paras de lanzarte flores por estar cuidando constantemente de una persona que necesita cuidados para todo. Eres el héroe del barrio, el que más lástima da. Pero, si tanto lo quieres, ¿por qué no le ayudas a hacer lo que él realmente quiere?

Y la historia no acaba ahí, pues otro problema surge cuando, tomada la dura decisión, te das cuenta que sobre tí puede caer el peso de la ley por hacer tal cruel barbaridad. Realmente indignante. ¿Cómo puede ser una asesino alguien que está salvando vidas? "Reza diez padrenuestros", "vela por su vida",... Tonterías y más tonterías. ¡Dejad de recetar padrenuestros y dar dosis de sueño eterno!

No es un tema del que esté realmente inspirado para escribir en estos momentos. Pero sigo con mi revisión carnavalera y ahí va un tema de "La niña de mis ojos" (2001). Es realmente bueno.

No hay comentarios: