Y otra de "La catedral del mar" (2008)...
sábado, 31 de enero de 2009
Tras el antifaz...UNA MADRE
viernes, 30 de enero de 2009
Tras el antifaz...DERECHO A MORIR
Hay personas que se empeñan en no otorgar de tal libertad a la gente que, por un motivo u otro, su principal meta en su vida es morir. Hablo de la eutanasia. ¿Quién se cree que es nadie para quitar el derecho a morir dignamente? "Si no estoy muerto ya es porque yo no puedo hacerlo; no puedo moverme ni tan siquiera". Esta gente necesita ayuda de otros, dependen enteramente de terceras personas para todo: comer, respirar, vestirse, lavarse,... incluso para morir si lo desean. Pero no es así. Parte de la sociedad obliga a esta gente a estar encerrados todo el día en el mismo sitio, en la misma cama, en su mismo cuerpo que ya no vive. Me gustaría ver a los que prohiben la eutanasia en esta situación. ¿Creéis que pensarían lo mismo?
Este debate es más sencillo de lo que parece. Y es que una persona con plenas facultades mentales te está pidiendo desesperadamente que le ayudes a morir, porque él sólo no se basta. Dejarlo en vida es una tortura para él, pero tú te piensas que lo estás ayudando. No paras de lanzarte flores por estar cuidando constantemente de una persona que necesita cuidados para todo. Eres el héroe del barrio, el que más lástima da. Pero, si tanto lo quieres, ¿por qué no le ayudas a hacer lo que él realmente quiere?
Y la historia no acaba ahí, pues otro problema surge cuando, tomada la dura decisión, te das cuenta que sobre tí puede caer el peso de la ley por hacer tal cruel barbaridad. Realmente indignante. ¿Cómo puede ser una asesino alguien que está salvando vidas? "Reza diez padrenuestros", "vela por su vida",... Tonterías y más tonterías. ¡Dejad de recetar padrenuestros y dar dosis de sueño eterno!
No es un tema del que esté realmente inspirado para escribir en estos momentos. Pero sigo con mi revisión carnavalera y ahí va un tema de "La niña de mis ojos" (2001). Es realmente bueno.
miércoles, 28 de enero de 2009
COMIENZA EL ESPECTÁCULO
Y tristemente este tema sigue siendo actualidad once años después. Vergüenza siente nuestro país por tener que llorar tan a menudo la pérdida de mujeres a manos de tan cobardes hombres. Y más pena da cuando la justicia carga contra ellas cuando su miedo, desesperación y angustia arremete contra la peor de sus pesadillas. Son temas en los que sobran las palabras...
jueves, 22 de enero de 2009
LA VIDA VALE VIDA
Te apetece realmente desahogarte con alguien, pero en realidad no tienes ganas de hablar con nadie. Lo único que te apetece es seguir machacándote un poco, aunque no tenga sentido, pues ¿qué clase de masoquismo practicamos de vez en cuando con nosotros mismos? No lo se. Pero es verdad que a todo el mundo le pasa. Te detienes a pensar en lo bien que está el resto y en lo mal que te encuentras tú. Quieres mandarlo todo al carajo, aunque no tienes ganas ni de eso. Quizás mañana sea otro día, te dices a tí mismo. Pero cuando llegas a la cama la cosa empeora. En medio de la oscuridad todo parece peor, más triste, más preocupante y sin salida. Además, lo más sabio que se te ocurre en esos momentos en poner en la radio cualquier emisora de música instrumental que acabe por poner ritmo melancólico a los últimos minutos de tu pésimo día. Tu único deseo por ahora: soñar con algo más ameno, con una tercera realidad -o como quieras llamarla- y, sobre todo, con un despertar feliz la mañana siguiente. ¿Será así? No lo sabemos. Menos mal que tu cerebro guarda algo de coherancia en algún rinconcito de tu mente y, por fin, cuando menos lo esperas, decide por tí cerrar los ojos, cambiar las ondas cerebrales, y acabar con esos pensamientos machacones que le has impuesto durante horas.
viernes, 16 de enero de 2009
POR SER OPTIMISTA...QUE NO QUEDE
Si al imprimir un trabajillo para tu jefe te falla la impresora, seguramente son señales: el trabajo que has hecho es una porquería; mejor no entregarle nada que entregarle una paparrucha. ¿Un truco? Comprueba la tinta de tu impresora antes de hacer el informe, quizás te ahorres hacerlo!
Si en mitad de la ducha el agua comienza a salir fría, resiste y aguanta el tirón, eso te convertirá en un hombre.
Si pierdes jugando a las cartas y te lo echan en cara, sonríele a la vida, porque esa noche ligas seguro. Ya sabes, afortunado en el juego, desafortunado en el amor. ¿Y si una noche eres tú el que ganas a las cartas? Pues no pasa nada, mientras tu colega habla con todas las tías del bar (porque es lo que le corresponde como perdedor), tú tendras la fortuna de reirte de él durante un buen rato.
lunes, 12 de enero de 2009
HOY NO ME APETECE
Y estaréis pensando, ¿qué te pasa hoy? Pues nada. En realidad estoy genial, me siento bien. Simplemente, me apetece escribir de lo que no me apetece.
viernes, 9 de enero de 2009
USA PROTECTOR SOLAR
Pincha sobre "Play" para ver el vídeo. La transcripción es la siguiente:
Señores y señoras usen protector solar. Si pudiera ofrecerles sólo un consejo para el futuro, sería éste: Usen protector solar.
Los científicos han comprobado sus beneficios a largo plazo mientras que los consejos que les voy a dar, no tienen ninguna base fiable y se basan únicamente en mi propia experiencia. He aquí mis consejos:
Disfruta de la fuerza y belleza de tu juventud. No me hagas caso. Nunca entenderás la fuerza y belleza de tu juventud hasta que no se haya marchitado. Pero créeme, dentro de veinte años, cuando en fotos te veas a ti mismo comprenderás, de una forma que no puedes comprender ahora, cuántas posibilidades tenías ante ti y lo guapo que eras en realidad. No estás tan gordo como imaginas. No te preocupes por el futuro. O preocúpate sabiendo que preocuparse es tan efectivo como tratar de resolver una ecuación de álgebra masticando chicle. Lo que sí es cierto es que los problemas que realmente tienen importancia en la vida son aquellos que nunca pasaron por tu mente, de ésos que te sorprenden a las cuatro de la tarde de un martes cualquiera.
Todos los días haz algo a lo que temas. Canta. No juegues con los sentimientos de los demás. No toleres que la gente juegue con los tuyos. Relájate. No pierdas el tiempo sintiendo celos. A veces se gana y a veces se pierde. La competencia es larga y, al final, sólo compites contra ti mismo. Recuerda los elogios que recibas. Olvida los insultos (pero si consigues hacerlo, dime cómo hacerlo). Guarda tus cartas de amor. Tira las cartas del banco. Estírate. No te sientas culpable si no sabes muy bien qué quieres de la vida. Las personas más interesantes que he conocido no sabían qué hacer con su vida cuando tenían veintidós años. Es más, algunas de las personas que conozco tampoco lo sabían a los cuarenta.
Toma mucho calcio. Cuida tus rodillas sentirás la falta que te hacen cuando te fallen. Quizá te cases, quizá no. Quizá tengas hijos, quizá no. Quizá te divorcies a los cuarenta, quizá no. Quizá bailes el vals en tu setenta y cinco aniversario de bodas. Hagas lo que hagas no te enorgullezcas ni te critiques demasiado. Optarás por una cosa u otra, como todos los demás.
Disfruta de tu cuerpo. Aprovéchalo de todas las formas que puedas. No tengas miedo ni te preocupes por lo que piensen los demás porque es el mejor instrumento que jamás tendrás. Baila, aunque tengas que hacerlo en el salón de tu casa. Lee las instrucciones aunque no las sigas. No leas revistas de belleza pues para lo único que sirven es para hacerte sentir feo.
Aprende a entender a tus padres. Será tarde cuando ellos ya no estén. Llévate bien con tus hermanos. Son el mejor vínculo con tu pasado y, probablemente, serán los que te acompañen en el futuro. Entiende que los amigos vienen y se van pero hay un puñado de ellos que debes conservar con mucho cariño. Esfuérzate por no desvincularte de algunos lugares y costumbres porque, cuando pase el tiempo, más los necesitarás. Vive en una ciudad alguna vez pero múdate antes de que te endurezcas. Vive en un pueblo alguna vez pero múdate antes de que te ablandes.
Viaja. Acepta algunas verdades ineludibles: los precios siempre subirán, los políticos siempre mentirán y tú también envejecerás. Y, cuando seas viejo, añorarás los tiempos en que eras joven: los precios eran razonables, los políticos eran honestos y los niños respetaban a los mayores. Respeta a los mayores. No esperes que nadie te mantenga pues tal vez recibas una herencia o, tal vez te cases con alguien rico pero, nunca sabrás cuánto durará. No te hagas demasiadas cosas en el pelo porque cuando tengas cuarenta años parecerá el de alguien de ochenta y cinco.
Sé cauto con los consejos que recibes y ten paciencia con quienes te los dan. Los consejos son una forma de nostalgia. Dar consejos es una forma de sacar el pasado del cubo de la basura, limpiarlo, ocultar las partes feas y reciclarlo dándole más valor del que tiene. Pero hazme caso en lo del protector solar.
El texto es una columna de María Schmidt, publicada el 1 de junio de 1997 en el Chicago Tribune.
jueves, 8 de enero de 2009
10 LOVE & 10 HATE
2. Pero me encantan los días pijameros (si son de lluvia mejor), esos en los que estás todo el día detrás de una fuente de calor con tu pijama encima. Aquellos en los que compartes un café con una agradable charla con alguien, lees un libro, ves una película, y todo es sensación de frescor en tu cerebro. Pero odio esos días en lo que todo son prisas, en los que si invirtieras todo el tiempo que pasas mirando el reloj, otro gallo cantaría. Los días de carreras por los pasillos, de reunión en reunión, de tarea en tarea; en los que no tienes ni un minuto para cruzar una dulce palabra con tus mejores compañeros y, mucho menos, compartir el aroma de un café calentito mientras charlas de cualquier historia vanal. Esos días los odio.
3. Amo las charlas filosóficas, o de cualquier tema abordado con razones y justificaciones profundas, lejos de la superficialidad. Ya sean en una cafetería, en la tranquilidad de un piso, o incluso por internet, me encanta discutir sobre algún tema (cualquier tema), con un grado más de compromiso y uno menos de conformismo. Pero odio cuando la conversación se torna a gritos, alboroto, discusión e imposición de turnos e ideas. Por definición, eso no es conversar. Odio que la gente piense que por gritar más van a tener más razón. Y odio razones simples, irreales y pobres para justificarse.
4. Pero me encanta la compañía...la buena compañía, sin necesidad de estar hablando. Si seguíis este blog ya sabréis que soy de los que pienso que se puede tener una cálida y profunda conversación en el más profundo y absoluto silencio, siempre y cuando sea entre dos buenos amigos. Una mirada basta, un gesto basta, y una sonrisa basta para saber lo que el otro está pensando. Y cualquier respuesta es válida para considerarse como 'entendido el mensaje'. Pero odio las situaciones tensas, las situaciones incómodas, en las que el silencio se clava en tu piel irritándote mientras buscas cualquier tema de conversación de la que poder sacar provecho y poder pasar el tiempo. Uf cuanto odio les tengo!
8. Me encanta dormir, hablar con la almohada, la soledad de la noche, los ruidos del viento, la luz de la luna, la compañía en la cama. Es cuando más me siento yo; cuando más hablo conmigo. Me encantan los diez minutos antes de cerrar los ojos, en los que aclaro ideas, o bien las confundo más. Esos diez minutos en los que puedes sentirte a tí mismo conversar con otra persona, sonrerir intentando disimular la carcajada, llorar intentando ocultar el llanto, y ver intentando engañar a la oscuridad. Pero odio la gente que ... no se. Creo que odio la gente que no sabe sacar provecho de la belleza de la noche y que, aún más, se aprovecha de su oscuridad para hacer daño.